Desde hace aproximadamente dos años venimos siendo espectadores de la inminente implantación del Plan Urban en la Zona Sur de nuestra ciudad. Dos años en los que se vende a los ciudadan@s este Plan en grandes titulares y portadas, como si fuese el paradigma de la transformación y el cambio social. Algun@s piensan que el dinero todo lo puede y que por él todo vale. Sin embargo aquell@s que todavía defendemos la riqueza humana de nuestros barrios, seguimos siendo objeto y meros convidados de piedra de un proyecto en el que ni tenemos voz ni voto. Amparados en una pseudo-participación social, el populismo político nos invita a proponer, consultar, sugerir… pero nunca a decidir.
Como diría el poeta Fernando Quiñones sobre las Zonas Sur del Mundo:
“ … Duro, eterno subsur solar, siempre curioseado, pisoteado
y algo así como vagamente amado por los señores del Norte.”
Tras observar como el inicio del Plan Urban se iba retrasando hasta en tres ocasiones, nos preguntamos si es cierto que comenzarán en el mes de Septiembre y si en Diciembre las obras para el primer ejercicio estarán concluidas, a expensas de llegar a perder la financiación europea. Y sobre la financiación… ¿explicará el Ayuntamiento de Jerez alguna vez de dónde se obtendrán los 5 millones de euros que tienen que aportar para el desarrollo del Plan?.
Pensamos que desde las Administraciones Públicas debería forjarse un compromiso serio y responsable para atender y dignificar la periferia de nuestra ciudad. Una nueva concepción de la periferia como elemento de nueva centralidad y desarrollo. Hay que hablar realmente de procesos de transformación que vayan más allá del “lavado de cara” y que asuman nuevos valores con coherencia y responsabilidad. Todo esto es tan importante o más que la construcción de un espacio físico o la remodelación de un parque.
Jamás se escuchó en el Sur la voz de un vecin@ pidiendo funiculares o escaleras mecánicas. Nunca un ciudadan@ solicitó bulevares y obras faraónicas que recuerdan tiempos pasados. La gente de a pie pidió mejoras del transporte público, el desarrollo de un plan coherente de empleo, la habitabilidad de sus viviendas, la dignificación de los espacios ya existentes, actividades perdurables en el tiempo para superar los déficits culturales y sociales, una intervención integral en la concepción de la salud... Donde, por cierto, el Plan Urban no contempla ni una sola actividad.
Los que voluntariamente llevamos años dedicados a la dignificación de la Zona Sur de la ciudad, sabemos por doliente experiencia que la realidad no se cambia ni en dos ni en tres años, ni así llegaran siete Planes Urban… la verdadera transformación nace en la inversión de los pilares que promueven un verdadero desarrollo comunitario, donde las personas se sientan verdaderos protagonistas de la época que les ha tocado vivir y tomen las riendas de sus vidas y de su propio desarrollo.
Como diría el poeta Fernando Quiñones sobre las Zonas Sur del Mundo:
“ … Duro, eterno subsur solar, siempre curioseado, pisoteado
y algo así como vagamente amado por los señores del Norte.”
Tras observar como el inicio del Plan Urban se iba retrasando hasta en tres ocasiones, nos preguntamos si es cierto que comenzarán en el mes de Septiembre y si en Diciembre las obras para el primer ejercicio estarán concluidas, a expensas de llegar a perder la financiación europea. Y sobre la financiación… ¿explicará el Ayuntamiento de Jerez alguna vez de dónde se obtendrán los 5 millones de euros que tienen que aportar para el desarrollo del Plan?.
Pensamos que desde las Administraciones Públicas debería forjarse un compromiso serio y responsable para atender y dignificar la periferia de nuestra ciudad. Una nueva concepción de la periferia como elemento de nueva centralidad y desarrollo. Hay que hablar realmente de procesos de transformación que vayan más allá del “lavado de cara” y que asuman nuevos valores con coherencia y responsabilidad. Todo esto es tan importante o más que la construcción de un espacio físico o la remodelación de un parque.
Jamás se escuchó en el Sur la voz de un vecin@ pidiendo funiculares o escaleras mecánicas. Nunca un ciudadan@ solicitó bulevares y obras faraónicas que recuerdan tiempos pasados. La gente de a pie pidió mejoras del transporte público, el desarrollo de un plan coherente de empleo, la habitabilidad de sus viviendas, la dignificación de los espacios ya existentes, actividades perdurables en el tiempo para superar los déficits culturales y sociales, una intervención integral en la concepción de la salud... Donde, por cierto, el Plan Urban no contempla ni una sola actividad.
Los que voluntariamente llevamos años dedicados a la dignificación de la Zona Sur de la ciudad, sabemos por doliente experiencia que la realidad no se cambia ni en dos ni en tres años, ni así llegaran siete Planes Urban… la verdadera transformación nace en la inversión de los pilares que promueven un verdadero desarrollo comunitario, donde las personas se sientan verdaderos protagonistas de la época que les ha tocado vivir y tomen las riendas de sus vidas y de su propio desarrollo.
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