Es algo habitual ver como el gobierno local se apunta siempre los tantos. Esta vez el PSOE ha vuelto a actuar de manera oportunista y ha vendido como novedad y medida anticrisis municipal las bonificaciones de las Ordenanzas Fiscales.
En el Pleno de octubre de 2008 se aprobó la bonificación del 90% de la tasa de recogida de basura, alcantarillado, depuración y abastecimiento de agua a aquellas familias gravemente afectadas por la situación económica actual. Por lo tanto no es el gobierno municipal el que otorga dicha bonificación sino que se trata de una parte de las Ordenanzas Fiscales para el presente ejercicio que se aprobaron en pleno, con el voto a favor de de IU.
Sin embargo, esta medida sería mucho más beneficiosa si fuese de aplicación inmediata y generalizada para todas las personas, pero al igual que ocurrió el año pasado con el 25% de bonificación en la basura para las personas mayores de 65 años, de esta medida quedan excluidos los suministros colectivos o comunitarios, quedando de esta forma fuera de este alivio económico muchas personas con especiales dificultades económicas.
Ya en el Pleno se dejó claro que desde un criterio de solidaridad y justicia para todos y todas, desde IU entendíamos el tema de las bonificaciones como un ejercicio de corresponsabilidad entre la Administración y la ciudadanía, por lo que IU apoyaba la subida del IPC para que el Ayuntamiento no perdiera capacidad de recaudación y, al mismo tiempo, se pudieran aplicar las bonificaciones fiscales.
Además, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se sigue cobrando de forma insolidaria, pues a raíz de la revisión de los valores catastrales el gobierno municipal del PSOE decidió bonificar a todos los contribuyentes por igual para amortiguar la actualización de valores. IU siempre ha defendido la necesidad de bajar el tipo de tal modo que los que tienen menos sigan pagando menos y los que tienen más, paguen más. Con el actual sistema de bonificación, se produce incluso la perversión de que los vecinos de las zonas más desfavorecidas son quienes terminan pagando las bonificaciones de las zonas residenciales de lujo de la ciudad.
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