Nunca he entendido a esas personas que, ante una infidelidad, no se vuelven contra su pareja, sino contra un desconocido/a a quien a veces ni siquiera conocen. Porque mi Paco, mi Mari, nunca me habría hecho algo así, la culpa es del sinvergüenza, de la lagarta que se ha metido por medio... Ésa ha sido la actitud de la dirección del PP ante las aventurillas de los muchachos que han retozado alegremente con Correa, para amparar después su condescendencia en la universalización del conflicto, hombre, mujer, a todos nos han puesto los cuernos alguna vez, y yo creo que mi Mari, mi Paco ni siquiera ha disfrutado...
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