domingo, 8 de agosto de 2010

Reformas laborales: salida de la crisis (por la puerta falsa)

SINPERMISO - 1/8/10

Parece mentira, pero es cierto, la reforma del mercado de trabajo ocupa un lugar estelar en el debate sobre las estrategias para la superación de la crisis económica. Poco importa que ésta se haya incubado en el sector financiero del mundo capitalista desarrollado, propagándose con rapidez al tejido productivo y causando una profunda contracción del producto y del empleo. Una crisis global que apuntaba al corazón mismo del proceso de acumulación invitaba, casi obligaba, a un debate sobre los modelos de crecimiento inspirados en la globalización y la financiarización de los procesos económicos. Pues no, mientras que “el casino” sigue prácticamente intacto –la distribución de la renta y la riqueza que lo alimenta, los beneficios extraordinarios y la opacidad de los mercados donde operan los grandes jugadores-, el mercado de trabajo centra la atención. Como si la consolidación del todavía magro crecimiento económico y, más aún, la mejora de la competitividad de las empresas y las naciones dependiera de su reforma.

Dos son los argumentos que respaldan este planteamiento. En primer lugar, la “rigidez” del mercado laboral es un lastre que dificulta la adaptación de las empresas a un entorno cambiante que exige dosis crecientes de flexibilidad. En segundo lugar, el aumento de los costes laborales presiona sobre los precios, en un contexto donde la competencia global y de manera muy especial la procedente de los países de bajos salarios es cada vez más intensa, al tiempo que merma los márgenes de beneficio, comprometiendo la viabilidad del proyecto empresarial.

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